Soliloquy [ Book 1999]

L'attività subconscia di una menta attiva produce "visioni"sottoforma di immagini nitide che stimolano l'attività dell'artista plasmando forme e immagini tracciate secondo schemi imprevedibili che trasudano energie "magiche", in un tracciato solo all'apparenza caotico che -per chi sa vedere oltre le normali apparenze- costituisce invece un percorso definito e carico di significati che vogliono comunicare un qualcosa, come un'alchimia dell'anima che trasmuta la coscienza.
Il lavoro di Claudio Fazzini, artista e studioso di occultismo, rappresenta dunque un percorso che indica una via ben precisa, una via diretta, non mediata dalla mente o dalla coscienza, una via che riecheggia ,qua e là, filosofie che si rifanno a Niezsche a al culto di "ZOS-KIA"del pittore "maledetto" Austin Osman Spare.
Spare nacque a Londra nel 1886 ed ebbe vita travagliata. Produsse un'enorme quantità di disegni e di quadri che oggi stanno conoscendo una fortuna postuma che ha dell'incredibile. Come tutti i grandi artisti morì in miseria a causa del suo rifiuto totale nell'accettare i compromessi e le forzature della critica borghese e perbenista dell'epoca vittoriana. Anarchico, stregone dell'occulto, idealista, amava dipingere i barboni, le puttane, i reietti, i rifiuti della società e la sua tecnica magica basata sul culto del Sè e sull'egoismo spinto all'estremo lo portarono alla rovina. Un uomo intelligente e villano, sprezzante fino a diventare odioso, sicuramente un genio.
I disegni contenuti in questo lavoro ci ricordano le forme Spareane, le figure femminili e maschili nella loro nudità rappresentano l'incarnazione delle forze sottili che permeano l'universo, quel microcosmo-macrocosmo che è un tutt'uno con la forza creatrice. L'uomo-Dio che si eleva al di sopra delle forme, la forza innata della donna che permette l'ascesa della Kundalini per raggiungere insieme al maschio la forma pura dell'androgino originario. Sono disegni che creano tensioni emotive, un soliloquio lucido e nel contempo caotico, un grido terrifico che scuote la coscienza e stimola la volontà Siamo di fronte ad un artista puro, che non conosce compromessi e regole codificate, una voce che grida nel deserto e traccia sigillli sulla sabbia del tempo che il vento subito cancella e porta con sé.
Chi saprà raccogliere e utilizzare questi segnacoli e i grafismi della sua opera? Chi, strega o stregone, sfiderà la Legge degli Uomini e di Dio preticando l'Alchimia del Sè?
Dario Spada (1999)

Segue recenzione in spagnolo di Kzwleh Elagabalus:

Estamos frente a un libro misterioso. Este "Soliloquio" posee una breve dedicatoria escrita por Claudio Fazzini en sus primeras hojas: "... al mío angelo custode" ("a mi angel guardián"). Dentro de la tradición esotérica occidental, el Angel Guardián, también llamado "Genio" o "Augoeides" en distintas líneas iniciáticas, representa a la conciencia elevada: la mente oculta y subconsciente que tras duro trabajo el mago logra conocer intimamente en un constante diálogo. Al tomar el libro en nuestras manos, realmente nos tornamos en testigos del diálogo entre Claudio Fazzini y su divina mente subconsciente, su personal y refinado soliloquio.

El libro consta de una serie de dibujos acompañados por una breve oración cada uno, pero el autor nos envuelve en el mismo aprieto que libros como "Earth: Inferno" y "A Book of Satyrs" de Austin Osman Spare nos habían planteado: el texto difícilmente explica la esencia de los dibujos. Son los dibujos, y no el texto, quienes dan riqueza y valor a este soliloquio.

Haber nombrado unas líneas más arriba a Austin Osman Spare no ha sido una mera coincidencia, la presencia de AOS es constante dentro del Soliloquio de Claudio Fazzini. Este libro plantea un diálogo franco y honesto con el arte y el espíritu del creador del Zos-Kia. Sin embargo, Claudio Fazzini en ningún momento roza siquiera el intento de emular el estilo único de Spare, sino que dialoga desde su muy personal y sobrio estilo. Los dibujos de este libro se caracterizan por su austeridad o, incluso, me atrevería a decir "pobreza" si la palabra es entendida en el mismo sentido que Grotowski la utilizaba para definir a su Teatro (es decir, la renuncia a toda pomposidad, el minimalismo de los medios, el simbolismo presentado en estado crudo). El merito del autor, en gran parte, reside en haber logrado retomar ideas de Austin Spare sin jamás haber caído en la repetición somera de aquel ni en el error de confundir la esencia del legado de AOS con el estilo personal del arte de Spare. Incluso puede decirse que los dibujos de Fazzini están más cerca del puntillismo post-impresionista que del "neo-manierismo automático" de AOS.

En este libro de múltiples diálogos, el tema recurrente es el diálogo entre el hombre y la mujer en búsqueda del andrógino. Tema que ha sido retomado multiples veces por la Tradición Mágica occidental. Si bien el mismo autor en un postfacio nos advierte que evitemos una lectura narrativa-secuencial ("Voluntariamente he omitido numerar las páginas del libro para evitar una posible y forzada secuencia temporal a la imaginación en una obra que desea e intenta situarse fuera del tiempo"), es difícil lograr que la mente habituada a hacerlo deje de ver la belleza en la "historia" narrada con austera simpleza por Fazzini. Los dibujos de Fazzini son hipnóticos, su belleza es tan austera como claustrofóbica.

El lector del "Soliloquio" sin duda sentirá que está frente a una de las obras más originales e inteligentes que la Magia nos ha regalado en estos últimos tiempos. El amante de la obra de AOS encontrará aquí una sorpresa grata: Claudio retoma íconos Spareianos para recontextualizarlos en posibilidades que seguramente AOS no había previsto (un bello ejemplo se dá en un dibujo en el que una mujer tiene entre sus piernas el "libro-genital" del dibujo "Now for Reality" que abre el libro "The Focus of Life" de Spare, pero la postura de la mujer recuerda irremediablemente a la desesperación expresionista de "El Grito" de Munch). AOS cierta vez escribió que la genialidad no es otra cosa que la capacidad de realizar asociaciones, justamente en ello reside la inteligencia mordaz del autor de este "Soliloquio".

Otra curiosidad del libro está en su caracter beligerante hacia el canon filosófico académico. No son los dibujos, sino los breves textos, los que dejan entrever una posible salida a las aporías de la filosofía occidental, especialmente a la de Hegel y Kant. En esta íntima cruzada Fazzini toma por aliado a quien ya había comenzado este proyecto desde la filosofía: Nietzsche ("El imperativo categórico reproductivo debe ser sublimado. El pansexualismo como un vehículo de poder").

El "Soliloquio" de Claudio Fazzini sorprende al lector por su originalidad e inteligencia en una època en la que estos dos atributos suelen ser muy poco frecuentes. Este sorprendente libro probablemente esconde una secreta promesa, igual que los primeros lectores de "Earth: Inferno" de AOS debieron preveer en su momento, es natural anticipar que Claudio Fazzini nos seguirá sorprendiendo en el futuro con nuevas propuestas.